ENTREVISTA AL JESUITA JORGE LORING

Entrevista al Jesuita Jorge Loring
(Hijo adoptivo de la Ciudad de Cádiz)

Jesús Devesa- Punto Radio - CÁDIZ


- Usted se ordenó sacerdote con treinta y tres años, ¿sintió la llamada tarde o tuvo otros quehaceres que anteponían al sacerdocio?
- No, yo estudiaba ingeniería aeronáutica ya que mi padre era dueño de una fábrica de aviones y la verdad es que no pensaba ser jesuita, pero hice ejercicios espirituales y entre tanta meditación, un día me pregunté, ¿qué hacía yo en la vida? ¿Qué aportaba yo a la vida? Y mientas me preparaba para dirigir la empresa de mi padre entre tanta meditación me dije a mi mismo: - si yo me pongo al frente de la empresa de mi padre, daré de comer a centenares de familias, pero si me hago jesuita salvaré almas, que es mucho mas importantes. Total, que dejé la carrera, dejé la fabrica, dejé la familia… lo dejé todo para hacerme jesuita, y he de decir que no me he arrepentido ni un minuto de haber dejado todo y haberme consagrado a Dios. Porque creo que lo mas grande que se puede hacer en la vida es ayudar al prójimo a salvar su alma, y a eso me he dedicado con mi predicación, mis libros y conferencias.
- ¿Cómo le dice usted a su madre que lo deja todo para su consagración a Dios?
- Como decía, yo estaba estudiando para ingeniero, mi madre tenía treinta y seis años cuando quedó viuda de mi padre que fue fusilado en la guerra en Madrid por los rojos. Ella quedó desolada y arruinada con ocho hijos en el mundo. Yo era el mayor y detrás de mi, seis niñas y ninguna de ellas estudiaba, es decir que yo era la única esperanza de mi madre. Ante tal situación, no sabía que hacer para irme a mi misión sin afectar a mi madre, y un día le dije: Mira mamá, yo creo que debo ser Jesuita, pero, ¿cómo me voy yo y te dejo a ti con este panorama? Y ella me contestó: mira Jorge, si Dios te llama, vete, que a mi Dios no me abandona. Y así fue, porque yo me fui a Jesuita dejando a mi madre arruinada, viuda y con ocho hijos, y sin embargo, Dios la ayudó y al mes de irme yo las cosas empezaron a solucionarse y mi madre pudo salir a flote.
- ¿Cuándo y porqué viene usted a Cádiz? ¿Qué recuerdos tiene de aquella época?
- Todavía no había terminado mis estudios de Jesuita, cuando el Director de Mata Gorda, el Naval entonces, Don Germán García Monzón, le pidió a mi padre Provincial un Sacerdote para atender a los obreros. Y así fue, esperé a terminar el año de estudio que me quedaba y me dediqué a servir como capellán en Matagorda de la Naval, en el año 1957. Pero al poco tiempo el Director de Basan, al enterarse de que Matagorda tenía capellán me llamó para que también ejerciera como tal en dicha otra factoría. Pero a los días se entera Don Luís Delgado, Director de Astilleros de Cádiz y pidiéndome lo mismo, me hice con la capellanía de las tres factorías más importantes de toda la ciudad. Al tiempo seguí sumando hasta hacerme con cinco en total, motivo más que suficiente para no dejar esta tierra.
- ¿Cuál era su misión en dichas factorías?
- Mi misión era recibir a los hombres cuando querían confesar, les atendía con los problemas de todo tipo, hacíamos ejercicios espirituales, les daba conferencias para que no se desvincularan de la palabra de Dios, etc.
- Entre sus diez libros publicados destaca uno muy por encima de los demás, Para Salvarte, ¿Como nace este libro?
- Este libro empezó siendo compendio de las verdades fundamentales de la religión católica, pero como cada año lo hago nuevo, ya voy por la 57 edición y no hay dos iguales, cada año lo completo. Lo amplío y ahora es gordísimo, es un ladrillo, tiene mil paginas y ya no le llamo compendio, ahora le llamo enciclopedia Católica; la Doctrina católica sobre quinientos temas. Y el motivo de la publicación de dicho libro, fue la poca formación cristiana que yo notaba en las diversas factorías, de tanto conversar con los hombres sobre los temas que envuelven a la religión, me di cuenta que la mayoría de ellos tenían buenas intenciones de aprender, pero no tenían una base que pudiera sustentar tantos datos. Por lo tanto me tiré a la piscina, y me aventuré en publicar un catecismo para adultos, que luego se ha convertido en una enciclopedia para el cristiano.
- ¿Cómo nació el libro de la Sábana Santa?
- Cuando yo estaba de capellán en los Astilleros de Cádiz, una vez al mes solía dar una conferencia de diversos temas religiosos a los trabajadores, y lo hacía porque era mi misión, pero no porque ellos me prestaran toda la atención que yo quisiera, pero un día me decidí por un tema distinto y que parece que gustó mucho, mas de cuatro mil trabajadores se concentraron para escuchar dicha ponencia y el tema fue ese, el misterio de la sabana santa. Mientras yo conferenciaba el silencio era tal, que yo no me lo podía creer, allí no se escuchaba ni un alma, y cuando terminé mi exposición, comenzaron todos a aplaudirme y por separados me venían los trabajadores para preguntarme dudas. Y por ello me puse a estudiar sobre el tema, fui a seis Congresos sobre este tema y me especialicé en esta materia, hasta escribir el libro que tanto se ha vendido por cierto. Pero he de decir que ese libro nació de ese interés de los trabajadores de Astilleros de Cádiz por investigar y conocer más de la vida de Jesús de Nazaret.
- ¿Qué relación hay entre la Sábana Santa y la fe?
- La sábana santa apoya a la fe, no es objeto de fe porque los objetos de fe son las verdades reveladas por Dios, por ejemplo, la Eucaristía, la Trinidad o la Virginidad de María. Los cristianos creen en los Dogmas de la Iglesia, pero si independientemente de eso, los científicos atestiguan que existe un 100% de posibilidades de que sean esas las sabanas que amortajaron a cristo, pues nos sirve de apoyo para seguir creyendo con más vera en la auténtica e indiscutible resurrección de Jesús.
- ¿Cree usted con toda certeza que las manchas de la sábana de Turín es un verdadero vestigio de cristo?
- Estoy totalmente convencido, yo no soy investigador, soy divulgador, y como tal, me limito a divulgar lo que ellos exponen en los congresos en los que yo he estado, pero te voy a contar una anécdota que me ocurrió hace unos años preciosa. En uno de esos congresos de los que he tenido la posibilidad de participar sobre este tema, en Turín, el Doctor Bacheen, que es un Patólogo y Forense norteamericano, que tiene una clínica forense en los Ángeles, California. Estuvo una hora delante del vestigio identificando al hombre de la sábana.
Al terminar yo le pregunté: ¿podríamos decir que hay un 90% de posibilidades de que esas señas sean de cristo? Y mientras asentaba la cabeza la rapidez mental me hizo formularle otra pregunta y le dije: bueno, quizás me halla pasado ¿quizás un 60%? siguiendo asentando la cabeza me dijo: no, ni un 60 ni un 90, estamos hablando de un 100% de posibilidades.
- Evidentemente se que usted no trabaja por nada a cambio, pero aún así ¿Se siente recompensado por todo lo que usted ha dado al mundo?
- Hombre, ha formulado usted muy bien esa pregunta, yo no hago las cosas para ser agasajado, porque es mi deber, yo me debo a Dios. Pero si es cierto que me llena de satisfacción cuando veo que una persona cambia de caminos por mis advertencias, cuando un Ateo deja de serlo, porque he sido capaz de proyectarle los maravillosos motivos que existen para seguir la sombra de Jesucristo, por muchos motivos si me siento recompensado aunque no satisfecho porque nunca debemos dejar de andar en nuestro camino y hasta que cierre los ojos seguiré con mis propósitos.
- ¿Qué sintió cuando le nombraron Hijo Adoptivo de la ciudad de Cádiz?
- Yo no lo esperaba, me pilló de sorpresa, yo llevo cincuenta años en Cádiz, soy más gaditano que la mitad de los gaditanos, y un honor así es un privilegio. Seguro que muchos han soñado con eso, yo la verdad es que nunca lo soñé, pero a posteriori del nombramiento, sueño mucho con aquel día.
Teofila Martínez es encantadora y se portó muy amablemente con todos los que fuimos distinguidos, que por cierto, ese mismo día, fue también nombrada hija adoptiva de esta ciudad, Rocío Jurado, fue algo notable y sonaba bonito “los hijos adoptivos de Cádiz: Roció Jurado y el Cura” (sonríe).
- ¿Qué le gustaría que se hablara dentro de cien años de usted?
Pues que sigo siendo joven (sonríe). Mi mayor ilusión sería que hablaran de mí como un buen discípulo de Jesucristo, no busco nada más, solo el reconocimiento como un apóstol que ha salvado almas, he ha enderezado vidas y que ha exprimido su tiempo al límite para dedicarlo a los demás. Eso haría sentirme en la otra vida como el hombre mas agasajado del mundo.