“NO PUEDO CON TANTO”
De la calle vendrán y de mi casa me echarán. Este es un refrán que solía utilizar mucho mi abuela, refiriéndose a nosotros que de niños, cuando íbamos a visitarla, nos adueñábamos de su casa como ocupas. La pobre mía, se tenía que ir a la terraza porque no le dejábamos ni un hueco libre. Éramos unos niños inocentes que no teníamos reparo en invadir un sofá que no era nuestro, gritábamos como locos y vociferábamos como auténticos animales, pero estábamos escusados, pues no éramos mas que eso, niños.
La Coronación Canónica de la Virgen del Carmen ha sido un acontecimiento que ha dejado a la ciudad en un buen lugar. La Archicofradía está de enhorabuena, ya que desde que comenzaron los preparativos hace poco más de un año, la multitud y la colaboración de fieles ha sido patente. Yo hubiera catalogado el acontecimiento de sobresaliente y de hecho la junta de gobierno me merece una sobresaliente nota de calificación. Sin embargo la tarde – noche del veintidós de julio, trajo consigo, a parte de tres mil Señores que miraban sobre el hombro por lucir trajes de chaqués “emprestados” y cuatro mil pamelas exclusivas para la ocasión, una avalancha de niños que como ocurría en casa de mi abuela, se dedicaron a ocupar parte de un cortejo que no era suyo, (la diferencia es que estos niños ya se afeitan). Igualmente vociferaban, berreaban y en ocasiones desentonaban. Se escucharon frases lamentables como: ¡Que reina eres hija!¡Tu lo eres tooo!¡No puedo con tanto! Etc.
Palabrejas, que lejos de honrar a la Santísima Virgen del Carmen, lo que hacían era arrancar la risa del resto del publico allí presente. En ese guirigay que había formado frente al paso de palio, había mucha gente procedente de fuera, (supongo que de los barrios bajos de por ahí…) pero lamentablemente, entre el bullicio pudimos ver caras muy reconocidas, desde Hermanos Mayores de cofradías gaditanas, locutores de los que luego lo critican todo y hasta Sacerdotes que disfrutaban como niños con zapatos nuevos. Lo peor de todo esto es que hay sectores dentro de nuestro mundo cofrade que disfruta con estas movidas. Y tratan de afincar en nuestra localidad tendencias poco galantes de otras capitales andaluzas. ¿No hay otra costumbre que plagiar más atractiva?
Cuando llegue el mes de febrero y escuchemos chirigotas como: De Sevilla tuvo que se mi arma, Los tontos de capirote o Dios dijo hermano pero no primo, no nos quedará otro remedio que mordernos la lengua y aguantar el chaparrón, porque lo vivido el veintidós de julio delante del paso de palio de la Stma. Virgen del Carmen restó muchos puntos a los conseguidos por una Archicofradía que en la medida de lo posible ha trabajado codo con codo por el engrandecimiento de una ciudad que reza bajo la advocación de la Virgen del Carmen.
Jesús Devesa – Punto Radio
De la calle vendrán y de mi casa me echarán. Este es un refrán que solía utilizar mucho mi abuela, refiriéndose a nosotros que de niños, cuando íbamos a visitarla, nos adueñábamos de su casa como ocupas. La pobre mía, se tenía que ir a la terraza porque no le dejábamos ni un hueco libre. Éramos unos niños inocentes que no teníamos reparo en invadir un sofá que no era nuestro, gritábamos como locos y vociferábamos como auténticos animales, pero estábamos escusados, pues no éramos mas que eso, niños.
La Coronación Canónica de la Virgen del Carmen ha sido un acontecimiento que ha dejado a la ciudad en un buen lugar. La Archicofradía está de enhorabuena, ya que desde que comenzaron los preparativos hace poco más de un año, la multitud y la colaboración de fieles ha sido patente. Yo hubiera catalogado el acontecimiento de sobresaliente y de hecho la junta de gobierno me merece una sobresaliente nota de calificación. Sin embargo la tarde – noche del veintidós de julio, trajo consigo, a parte de tres mil Señores que miraban sobre el hombro por lucir trajes de chaqués “emprestados” y cuatro mil pamelas exclusivas para la ocasión, una avalancha de niños que como ocurría en casa de mi abuela, se dedicaron a ocupar parte de un cortejo que no era suyo, (la diferencia es que estos niños ya se afeitan). Igualmente vociferaban, berreaban y en ocasiones desentonaban. Se escucharon frases lamentables como: ¡Que reina eres hija!¡Tu lo eres tooo!¡No puedo con tanto! Etc.
Palabrejas, que lejos de honrar a la Santísima Virgen del Carmen, lo que hacían era arrancar la risa del resto del publico allí presente. En ese guirigay que había formado frente al paso de palio, había mucha gente procedente de fuera, (supongo que de los barrios bajos de por ahí…) pero lamentablemente, entre el bullicio pudimos ver caras muy reconocidas, desde Hermanos Mayores de cofradías gaditanas, locutores de los que luego lo critican todo y hasta Sacerdotes que disfrutaban como niños con zapatos nuevos. Lo peor de todo esto es que hay sectores dentro de nuestro mundo cofrade que disfruta con estas movidas. Y tratan de afincar en nuestra localidad tendencias poco galantes de otras capitales andaluzas. ¿No hay otra costumbre que plagiar más atractiva?
Cuando llegue el mes de febrero y escuchemos chirigotas como: De Sevilla tuvo que se mi arma, Los tontos de capirote o Dios dijo hermano pero no primo, no nos quedará otro remedio que mordernos la lengua y aguantar el chaparrón, porque lo vivido el veintidós de julio delante del paso de palio de la Stma. Virgen del Carmen restó muchos puntos a los conseguidos por una Archicofradía que en la medida de lo posible ha trabajado codo con codo por el engrandecimiento de una ciudad que reza bajo la advocación de la Virgen del Carmen.
Jesús Devesa – Punto Radio
QUE QUIERES QUE TE DIGA ...
POR PEPE MONFORTE
AQUEL CONGRESO DE BORRIQUITAS VIVIDO EN CÁDIZ
Dirán que España va bien, pero tan bien no tiene que ir la cosa cuando la infanta Cristina ha tenido ya el tercer niño para poder cobrar así las ayudas que va a dar el líder mundial Aznar a las familias numerosas. Estarán la infanta y Don Indargarin caninos porque a él le ha quedado una paguita corta tras prejubilarse de balonmanista con el Barcelona.
Pero estas tristezas de la vida se quedan en nada cuando te llegan noticias tan gozosas como la del congreso de borriquitas que se van a reunir en Cádiz para hablar de sus cosas. Pero aquí no vendrán pollinas cualquiera, en Cádiz hay mucho tronío. En Cádiz las borriquitas que se reúnen son las de la triunfal entrada en Jerusalén, que es como la llegada de la vuelta a España pero montado en borrico, que es más ecologista
Y digo yo ¿de que se habla en un congreso de borriquitas? ¿Se hablará de cómo entra una buena borriquita en Jerusalén, al trote, a paso lento, cantando mi jaca? ¿qué hace una buena borriquita si se le mete una palma en el ojo? ¿qué borriquita anda más garbosa la que llevan los costaleros o la que llevan los cargadores?
A la mejor hablan de cosas más técnicas. No sé: Mareos y nauseas en borriquitas jóvenes por peste a incienso. La protección de los tobillos en las levantás o ¿debe una borriquita sonreir en un cartel de Semana Santa?
Cabrán también intervenciones sobre derechos laborales en estos congresos. A la mejor, digo yo, se habla sobre si tiene derecho a paro una borriquita que no haya podido salir en una Semana Santa por lluvia. Otro tema candente será si los retrasos en las recogidas deben contabilizarse como horas extras y deben pagarse aparte.
Ahora lo bonito de verdad sería terminar el congreso con una buena procesión magna de borriquitas en Cádiz, como la Gran Regata, pero en borriquitas y ya puestos que alguna peña organice una gran cebada popular y como gran final de fiesta que la alcaldesa le imponga una querella, que diga, una medalla a la borriquita más garbosa. El artista invitado para la cena de clausura tiene que ser Peret: borriquita como tú, tururu.
AQUEL CONGRESO DE BORRIQUITAS VIVIDO EN CÁDIZ
Dirán que España va bien, pero tan bien no tiene que ir la cosa cuando la infanta Cristina ha tenido ya el tercer niño para poder cobrar así las ayudas que va a dar el líder mundial Aznar a las familias numerosas. Estarán la infanta y Don Indargarin caninos porque a él le ha quedado una paguita corta tras prejubilarse de balonmanista con el Barcelona.
Pero estas tristezas de la vida se quedan en nada cuando te llegan noticias tan gozosas como la del congreso de borriquitas que se van a reunir en Cádiz para hablar de sus cosas. Pero aquí no vendrán pollinas cualquiera, en Cádiz hay mucho tronío. En Cádiz las borriquitas que se reúnen son las de la triunfal entrada en Jerusalén, que es como la llegada de la vuelta a España pero montado en borrico, que es más ecologista
Y digo yo ¿de que se habla en un congreso de borriquitas? ¿Se hablará de cómo entra una buena borriquita en Jerusalén, al trote, a paso lento, cantando mi jaca? ¿qué hace una buena borriquita si se le mete una palma en el ojo? ¿qué borriquita anda más garbosa la que llevan los costaleros o la que llevan los cargadores?
A la mejor hablan de cosas más técnicas. No sé: Mareos y nauseas en borriquitas jóvenes por peste a incienso. La protección de los tobillos en las levantás o ¿debe una borriquita sonreir en un cartel de Semana Santa?
Cabrán también intervenciones sobre derechos laborales en estos congresos. A la mejor, digo yo, se habla sobre si tiene derecho a paro una borriquita que no haya podido salir en una Semana Santa por lluvia. Otro tema candente será si los retrasos en las recogidas deben contabilizarse como horas extras y deben pagarse aparte.
Ahora lo bonito de verdad sería terminar el congreso con una buena procesión magna de borriquitas en Cádiz, como la Gran Regata, pero en borriquitas y ya puestos que alguna peña organice una gran cebada popular y como gran final de fiesta que la alcaldesa le imponga una querella, que diga, una medalla a la borriquita más garbosa. El artista invitado para la cena de clausura tiene que ser Peret: borriquita como tú, tururu.
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